Aprende a estar más guap@ en verano de forma natural

El verano es una de las estaciones más complicadas para la alimentación. Normalmente el calor nos agota, el cansancio nos quita el hambre, no nos apetecen platos cocinados porque comer caliente se nos hace pesado… Y estos desajustes alimenticios nos pueden afectar físicamente. Para que eso no te ocurra, lo mejor es adaptar nuestra alimentación a las altas temperaturas, ya que estas modifican las necesidades de nuestro organismo. 

La naturaleza es sabia y también nos provee de alimentos más idóneos para nosotros en esta época del año, además, algunos de ellos son capaces de protegernos del sol ¿Lo sabías? En este artículo encontrarás las claves alimenticias para un verano saludable que te haga lucir más guapa o guapo, veremos la importancia de hidratarse bien bajo altas temperaturas y cómo nos afecta una mala gestión de nuestra ingesta en condiciones de intenso calor.

Prioriza alimentos de naturaleza fresca o fría 

La medicina tradicional China clasifica a los alimentos según diferentes criterios. Uno de ellos es la naturaleza o energía intrínseca del alimento, que se corresponde con el efecto que éste tiene sobre el organismo que lo consume. De esta forma, pueden ser fríos, frescos, neutros, templados o calientes. En función de esta clasificación de temperaturas sabremos identificar el efecto que tendrá sobre nuestro organismo y si va a activar más o menos nuestro metabolismo. Todas las naturalezas son necesarias para una buena alimentación, pero las proporciones variarán según la persona y por supuesto el clima.

En verano se deben priorizar los alimentos de naturaleza fría o fresca y minimizaremos aquellos de naturaleza templada o caliente, que elevan nuestra temperatura y nos deshidratan. La mayoría de estos alimentos los encontramos en el grupo de las frutas y hortalizas. Está claro que la fruta y hortaliza son los grandes reyes del verano, el tomate, la lechuga o el pepino, no puede faltar en las ensaladas. También la berenjena o la coliflor nos aporta soluciones en verano. La patata también se puede comer fría y aunque no supone un gran aporte nutritivo, si soluciona muchos platos. También podemos crear alimentos fríos con cereales y legumbres. De entre estos últimos, los más adecuados para refrescar son el mijo, la quinoa, el maíz y la soja. Otra opción es recurrir a las ensaladas de pasta, con proteínas del pescado como el atún o la caballa, que además aportan mucho omega 3.

Los frutos secos por ejemplo, pertenecientes a la naturaleza neutra, también suponen un gran aporte que puedes añadir a tus ensaladas. Existen múltiples formas de comer fresquito y ayudar a tu organismo, solo tienes que orientar tu búsqueda de recetas hacia la estación del año para encontrar soluciones a tus comidas.

Pon crudos en tus platos

En la línea de lo que veníamos diciendo, los alimentos crudos tienden a ser refrescantes y en verano resultan más fáciles de digerir. Además, comer crudo tiene verdaderas ventajas nutricionales, ya que los alimentos crudos contienen enzimas digestivas y sus nutrientes no son destruidos a través de la cocción, por lo que quedan intactos. Y si no es lo tuyo comer crudo, intenta potenciar las cocciones más cortas como los salteados ligeros o los escaldados. El marisco es uno de los alimentos que sufre cocción pero que a menudo se sirve frío y es uno de los platos estrella para comer en la playa.

Toma bebidas que hidraten de verdad

La hidratación en verano es uno de los puntos más importantes a vigilar, hay que compensar la pérdida de agua y minerales que liberamos por el sudor. Lo que es importante entender es que no todas las bebidas hidratan de verdad.

Algunas, como las alcohólicas o el café, producen lo contrario, nos deshidratan, aunque pensemos lo contrario por tratarse de líquido. Optaremos en su lugar por beber agua, zumos de frutas, tés, batidos u horchatas.

Los tés son una buena solución para beber con hielo, concretamente el verde y el blanco son más frescos por ser los menos fermentados, frente al rojo o el negro que lo están más. Con unas gotitas de limón lo agradecerás aún más.

También la alimentación puede ser hidratada, es el caso de aquellos alimentos que absorben agua durante la preparación, como cereales y legumbres. Son una muy buena forma de aportar líquidos y electrolitos a nuestro cuerpo. 

Como antes adelantamos, algunos alimentos son especiales y nos ayudarán en la lucha contra el sol. Nuestra piel sufre los efectos de la exposición al sol del verano y necesitará atenciones especiales durante estos meses y estos alimentos serán tus aliados: sandía, albaricoque, pimiento rojo y tomate. 

De hecho, todas las frutas y verduras de color rojo son ricos en licopenos, un carotenoide con gran actividad antioxidante que defiende la piel contra los radicales libres de la radiación solar y promueve las defensas naturales de la piel.

¿Qué le ocurre a nuestro organismo si no nos hidratamos correctamente?

No aportar la suficiente hidratación a nuestro organismo en épocas de excesivo calor puede desencadenar en problemas que notaremos en nuestra piel, nuestro pelo o nuestras uñas. Pero cuidado que, si la deshidratación se vuelve más grave, podremos sentir mareos, déficit de atención, dificultades de expresión, etc.  Las autoridades aconsejan beber agua a intervalos y no esperar a tener sed para hacerlo. Es mucho mejor mantenerse hidratado, que esperar a estar deshidratado para luego darse el atracón.

Cuando estamos deshidratados, nuestra piel se encuentra más seca, favoreciendo a las arrugas y la flacidez. Nuestras uñas se vuelven más quebradizas y frágiles, al igual que nuestro pelo que sufrirá más encrespamiento y rotura. En esta época del año, en la que con el calor el pelo se seca muy rápido, podríamos optar por eliminar el secador de nuestra rutina para evitar daños. Otra solución puede ser la de recurrir a protectores solares de protección 50, puedes encontrarlo para rostro y para el pelo. 

Otro tipo de Ayuda

Si la comida no te entra ni batida y con hielo, y por culpa del calor tu dieta empieza a carecer a nutrientes fundamentales, quizás necesitas un refuerzo a tu alimentación. Por supuesto, no se puede dejar de comer, pero si un día nos cuesta, al otro debemos retomar nuestra rutina alimentaria. Si te preocupa estar aportando poco a tu organismo, puedes recurrir a complementos nutricionales que te aporten un chute en estos momentos de estrés térmico. 

Por ejemplo, entre su catálogo, Nutribel cuenta con Bel Omega, el cual nos aporta Omega 3, que ayuda a nuestra piel, uña y cabellos a verse estupendos, además de aportar múltiples beneficios más en nuestra salud, entre ellos la mejora de nuestra actividad cerebral.

Lamentablemente el Omega 3 no lo sintetizamos de manera natural y nos vemos obligados a incluirlo en nuestra dieta para asegurar el aporte que necesita nuestro organismo. Su importancia se descubrió al analizar la alimentación esquimal, la cual tiene múltiples beneficios en la salud cardiovascular, además de en nuestro aspecto físico. 

En la misma línea, Nutribel cuenta en su catálogo con Collagen Bel, el cual nos ayudará a mantener el colágeno necesario para el buen funcionamiento de nuestro sistema motor, pero también para mantener radiante nuestra piel, aportándole firmeza y elasticidad.

Además, en Nutribel trabajamos con ingredientes naturales, algunos de ellos muy beneficiosos y difíciles de conseguir mediante la alimentación rutinaria. Puedes conocer más sobre ellos en nuestra web.

Hasta aquí este artículo, esperamos que te sea de ayuda. Si quieres leer más artículos similares, no dejes de seguirnos.

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