- Raquel Enciso
- Nutribel
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Más del 85% de los adolescentes de los países industrializados tienen acné, por lo que es una afección cutánea muy extendida. Casi la mitad de los hombres y mujeres que sufrieron brotes en la adolescencia siguen padeciendo acné pasados los 30 años. Sin embargo, se considera "una enfermedad de la civilización occidental", lo que significa que en otras regiones suele ser poco común o inexistente. En este sentido, la mayoría de los casos de acné no son "un acontecimiento natural de la adolescencia", sino una clara señal de advertencia sobre desequilibrios nutricionales.
Los dermatólogos de Alemania han establecido una fuerte relación negativa entre el acné y los niveles de omega-3: el 94% de los 100 pacientes estudiados tenían un déficit de este micronutriente en la sangre. Los resultados también demostraron una mejora del estado en aquellos pacientes que afirmaban seguir una dieta rica en legumbres y baja en aceite de girasol.
"La prevención, el desarrollo y el curso de muchas enfermedades, incluidas las afecciones dermatológicas como el acné vulgar, están fuertemente influenciados por la nutrición".
Los ácidos grasos omega-3 son bien conocidos por sus potentes ventajas para la salud, que incluyen la capacidad de combatir la depresión, reducir la inflamación y disminuir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas. Además, un beneficio menos conocido es que pueden ser buenos para la piel y el cabello.
Debido a sus propiedades antiinflamatorias, los ácidos grasos omega 3 parecen ser los más prometedores en este ámbito. Al promover la producción de las prostaglandinas antiinflamatorias para la mediación de los lípidos (E1, E3 y leucotrieno B5) y al disminuir los niveles del factor de crecimiento similar a la insulina (IGF)-1, la principal hormona que causa el acné, los ácidos grasos omega 3 reducen la inflamación. Además, el omega 3 resulta ser beneficioso para reducir los efectos secundarios de los medicamentos para el acné, como la isotertinoína.
Hay una razón por la que este micronutriente se denomina "ácido graso esencial": no sólo son cruciales para una mayor salud, sino que también son uno de los suplementos más versátiles. Los ácidos grasos omega 3 se presentan en dos formas: el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ambos importantes para el sistema inmunitario, la reparación y el crecimiento celular, y la respuesta antiinflamatoria. Un mayor contenido de EPA está dirigido a reducir la inflamación, mientras que un mayor contenido de DHA se centra en la función cerebral.
¿Dónde se puede encontrar omega 3?
- legumbres
- algas marinas
- frutos secos
- semillas
- pescado no de piscifactoría, como el salmón salvaje y las sardinas
Otros beneficios para la piel
1. PUEDE PROTEGER CONTRA EL DAÑO SOLAR
Los dañinos rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) del sol pueden ser defendidos por los ácidos grasos omega 3. Hay algunas pruebas de que la combinación de DHA y EPA puede ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas asociados a diversas afecciones de fotosensibilidad, como las erupciones cutáneas o las ampollas llenas de líquido tras la exposición a la luz UV. La vitamina E actúa como filtro de los rayos UVA, protegiendo la piel de los radicales libres, culpable del deterioro cutáneo.
2. PUEDE PREVENIR LA SEQUEDAD, LA IRRITACIÓN O EL PICOR DE LA PIEL
Los ácidos grasos omega 3 pueden hidratar la piel y combatir el enrojecimiento, la sequedad o el picor provocados por afecciones cutáneas como la psoriasis y la dermatitis atópica. Además, un consumo elevado de ácidos grasos omega 3 se ha asociado a un menor riesgo de dermatitis atópica en los niños y a una mejora de los síntomas de la psoriasis en los adultos. Esto se debe a que los ácidos grasos omega 3 parecen mejorar la capacidad de la piel para bloquear los irritantes y sellar la humedad.
3. PUEDE ACELERAR LA CURACIÓN DE LAS HERIDAS
Uno de los errores más comunes que todos cometemos es picarnos los granos, lo que da lugar a heridas que podrían infectarse si no se cuidan, dando lugar a cicatrices y costras que son más difíciles de eliminar. Los ácidos grasos omega 3 aplicados de forma tópica o a través de la ingesta pueden acelerar la curación de las heridas al disminuir la deposición de colágeno y, por tanto, prevenir la cicatrización excesiva y reducir la inflamación. Adicionalmente, la vitamina E aporta mayor elasticidad de la piel y ayuda a regenerar el tejido de una forma más eficaz.
En conjunto, añadir estas grasas saludables a su dieta es necesario y merece la pena porque no sólo mejoran su piel y su cabello, sino también su salud en general. Por esta razón, Nutribel tiene entre sus tratamientos Bel Omega, un complemento con altas concentraciones de EPA y DHA, además de vitamina E (35% EPA y 25% DHA + 41.87% Vitamin E CDR), que te garantizan el aporte necesario de ácidos grasos diarios para que tu organismo funcione adecuadamente sin necesidad de modificar tu dieta.
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