La menopausia es un proceso por el cual el cuerpo femenino experimenta una serie de cambios a consecuencia de la desaparición paulatina de la menstruación, y en consecuencia, una reducción en los niveles de estrógenos. No se trata de una enfermedad, aunque este cambio se manifiesta a través de distintos “síntomas” derivados de los cambios hormonales.
Estos síntomas varían y se presentan en diferentes grados según la persona. Van desde los sofocos, sudoración, palpitaciones, mareos y sequedad vaginal, siendo estos los más comunes. Sin embargo, hay otros síntomas menos frecuentes directamente relacionados con la disminución en la producción hormonal tales como: dolores de cabeza, apatía, nerviosismo, insomnio, aumento de peso e incluso un aumento en el riesgo de desarrollar osteoporosis.
Este proceso se inicia en el “climaterio”, o como se conoce más comúnmente, la “premenopausia”. Por lo general da comienzo a partir de los 45 años de edad, y en conjunto con la menopausia, estos cambios duran entre 10 y 15 años. Como ya hemos mencionado, durante la premenopausia tiene lugar un cambio en el equilibrio hormonal. El cuerpo de la mujer comienza poco a poco a formar menos estrógenos, y como resultado, el sangrado mensual comienza a ser cada vez menor y menos constante hasta que desaparece por completo.
Para contrarrestar en cierta medida los posibles síntomas en esta fase de la vida de la mujer se aconseja un estilo de vida saludable y una alimentación correcta que contenga los nutrientes y sustancias vitales. Por ello juegan un papel nada despreciable algunos aminoácidos, como las llamadas fitohormonas (hormonas vegetales) y otros minerales que repasaremos a continuación.
La arginina, tu mejor aliado para reducir los sofocos
Entre los síntomas más comunes de la menopausia se encuentran los causados por la calcificación o dilatación de los vasos sanguíneos.
También conocida como “disfunción endotelial” es un trastorno en el sistema vascular por el cual el riego sanguíneo no funciona correctamente.
Como resultado de este trastorno vascular casi cuatro de cada cinco mujeres en edad de padecer menopausia tienen los llamados sofocos. Lo que solía ser antes tomado como un efecto secundario desagradable, pero inofensivo de la menopausia, hoy en día se ha demostrado que tiene una enorme importancia para la correcta función del sistema circulatorio y en la posible evolución de las enfermedades cardiovasculares.
La disfunción endotelial se debe a una falta de óxido nítrico (NO). Aquí es donde la arginina, un aminoácido esencial, entra en juego, ya que la arginina se convierte en el organismo en un importante neurotransmisor del óxido nítrico. La arginina puede ayudar a paliar esta afección cardiovascular gracias a que contrarresta la insuficiencia de la síntesis del óxido nítrico. En otras palabras, una cantidad adecuada de arginina en nuestro organismo proporciona consecuentemente una mayor elasticidad de los vasos sanguíneos reduciendo los sofocos. Por ello, los investigadores actualmente creen que los suplementos con arginina serán en el futuro de mayor importancia para las mujeres con síntomas causados por la menopausia.
Los fitoestrógenos naturales se pueden utilizar como terapia hormonal
Como complemento, o incluso como sustituto a una terapia hormonal química, el consumo de fitoestrógenos u hormonas vegetales se ha demostrado en muchos estudios como eficaz. Los fitoestrógenos son hormonas bioidénticas, es decir que pueden paliar la carencia de estrógenos en nuestro organismo, ya que estos son compatibles y se producen de forma natural en distintas especies de plantas.
Los fitoestrógenos se pueden encontrar, entre otros en las bayas schisandra, en el té verde, o en la angélica sinensis, también conocido como dong quai. Sin embargo, a menudo estos se encuentran en una concentración demasiado baja para las mujeres que sufren la menopausia. Por lo tanto, complementos nutricionales que incluyen los correspondientes fitoestrógenos son muy recomendables, ya que en muchos casos pueden mejorar problemas de salud en el transcurso de la menopausia.
La carencia de magnesio en la menopausia debe ser subsanada
Un estudio de principios del 2013 confirma la importancia de un suministro adecuado de magnesio durante la menopausia. Los cambios hormonales durante este periodo provocan que gran parte del magnesio existente en el organismo sea eliminado a través del riñón. Este mineral es un nutriente que absorbemos muy poco a través de la comida, y su deficiencia puede afectar negativamente a la salud del corazón. El magnesio, sobre todo en la menopausia, juega un papel muy importante en el metabolismo de la energía celular, especialmente en las células del corazón, por lo que es importante mantener unos niveles adecuados para cuidar de nuestra salud cardiovascular.
Unos niveles adecuados de magnesio también son importantes para la prevención de la osteoporosis, pues incluso con el aporte necesario de calcio y vitamina D, este puede ser inútil si en la menopausia hay una carencia de magnesio.
Con el objetivo de mejorar la vida de las mujeres con desequilibrios hormonales provocados por la edad, en Nutribel hemos desarrollado Bel Armonía, un complemento nutricional con una cuidada selección de ingredientes naturales para abordar los síntomas de la menopausia, donde encontrarás estos ingredientes y otros que ayudan a paliar las consecuencias negativas de la menopausia.
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